Soy Marta y soy del sur de España.

Por asuntos personales, empecé a enseñar en casa. Enseñaba español a niños españoles.         Matemáticas, ciencias… ayudaba a esos mismos niños con todo lo que necesitaban.

A la vez, estudiaba inglés y hacía otros trabajos diferentes. Siempre dando clases en mi “tiempo libre”.  Veía todas las series y películas en inglés. Leía todos mis libros en inglés. Y también enseñaba inglés a niños españoles.

Entonces, llegó la pandemia y pensé enseñar todo el inglés que había aprendido a otros españoles.        Me uní a una plataforma de clases. En unos días tuve mi primera clase. Sin datos de la persona y sin tener experiencia en clases por internet.

Y fue entonces cuando esta flor se cruzó en mi camino. Yo estaba preparada para una clase de inglés con una persona española. Mi sorpresa fue que la estudiante se llamaba Daisy (Margarita, en español, es un tipo de flor) y quería aprender español. Así que decir que yo estaba confusa es decir poco.

Por supuesto, la clase fue un poco desastrosa. Allí estaba yo, en un intento de ayudar, enseñando vocabulario de flores a una niña de ocho años que seguramente prefería estar viendo vídeos en su habitación.

Pero pude terminar la clase, sin experiencia e improvisando mucho.  ¿Por qué? Claramente, porque el español es mi idioma y quería ayudar. No tenía que preparar algo que ya estaba dentro de mí.

Así que decidí cambiar mi descripción en la plataforma y enseñar español a no hispanohablantes. Y desde entonces, he podido ayudar en más de 2700 clases. Y me encanta.

Cuando te encanta lo que haces, puedes ayudar más y mejor.
Si quieres unirte a mis estudiantes, también estaré feliz de ayudarte a ti.